Debemos presentar en el momento de la compraventa las últimas facturas pagadas de los recibos de la luz, el agua y el gas para comprobar que esté todo pagado y en orden.
Podemos solicitarlos a nuestras compañías de suministros.
Una vez formalizada la compraventa, debemos entregar estos recibos al comprador para que realice el cambio de titularidad de los servicios. Por nuestra parte, debemos verificar en nuestro banco que el cambio se ha hecho efectivo y no continúan pasándonos recibos. En caso contrario, tendremos que alertar a las compañías de la luz, agua y gas o bien dar de baja los suministros.
En caso de existir deudas pendientes con alguna compañía, si el cambio de titular se hace con subrogación el nuevo titular asumiría las deudas y todas las condiciones que tuviera pactadas en su contrato el anterior titular, mientras que si se realiza un cambio de titular sin subrogación el nuevo titular se libra de cualquier responsabilidad contraída por el anterior, desligándose así de las posibles deudas.