La cédula de habitabilidad es el documento que acredita que una vivienda reúne los requisitos técnicos e higiénico-sanitarios mínimos para que el inmueble pueda ser destinado a vivienda.
Este documento es obligatorio para vivienda de segunda mano en Cantabria, La Rioja, Navarra, Cataluña, Asturias, Extremadura, Baleares, Murcia y la Comunidad Valenciana.
El documento lo expide el Ayuntamiento de cada localidad y para conseguirlo se necesita un informe de un técnico colegiado (arquitecto o aparejador) que analice la vivienda y verifique que cumple con la normativa. El técnico emitirá un certificado, que visará en el Colegio correspondiente. Este certificado se presenta ante la Administración competente que expedirá la cédula de habitabilidad. El trámite completo puede tardar hasta tres meses.
El coste aproximado rondará los 100-150 euros y dependerá del técnico, la ubicación y características del inmueble.
La cédula caduca entre los 10 y los 25 años, dependiendo de la localidad. Si la cédula que se posee sigue en vigor, no es necesario realizar ninguna gestión.